El sangrado es un espacio adicional que se añade alrededor de todo el documento para evitar bordes blancos no deseados en la impresión final. Este suele ser de unos 3 a 5 mm y no debe contener elementos importantes del diseño. A continuación, te mostramos un ejemplo de cómo deberías realizar el archivo con sangres para la impresión.
Si no le añadimos el sangrado hay un riesgo importante de que quede una línea blanca visible entre la imagen que quieres imprimir y el límite del documento ya que, durante el proceso de corte, aunque se realiza de forma automatizada, existe siempre un margen de tolerancia. Así pues, para todos tus diseños de lona impresa, mostrador publicitario e impresión vinilo recuerda añadir el sangrado para conseguir una impresión perfecta.
¿Cómo añadir el sangrado en el archivo?
En muchos programas de diseño gráfico como Illustrator, puedes especificar el tamaño del sangrado cuando configuras la medida del documento. Si estás utilizando un programa que no dispone de esta opción, lo puedes realizar de forma manual añadiendo de 3 a 5mm en cada lado del documento.
Otros consejos para conseguir una impresión de calidad
Margen de seguridad: a parte del sangrado, también se puede dejar un margen de seguridad o zona tranquila, para evitar que se corten elementos importantes del diseño. Para ello, debes colocar todos esos elementos a unos 3mm del sangrado.
Resolución imagen: es muy importante que la imagen tenga una buena resolución para evitar que la impresión se vea pixelada. Así pues, la resolución óptima para enviar el archivo a impresión es de 150DPI.
Perfil de color: en impresión digital imprimimos en CMYK. Por eso, es muy importante que el archivo que envíes para imprimir esté en CMYK sino, realizaremos la conversión y pueden haber cambios en las tonalidades. Recuerda que el RGB es el perfil de color para imágenes digitales no impresas.