Se ha investigado exhaustivamente cómo el visual merchandising -aplicado a aspectos tan diversos como el color, la música o la temperatura- influye de forma poderosa en la decisión de compra de los clientes de entornos minoristas. Pero ¿qué papel juega la señalización impresa en todo esto?
En el sector retail, los clientes están expuestos a rotulación como lonas impresas y cartelería incluso antes de entrar en la tienda y esta puede ser determinante para que el público entre o pase de largo. Todo se reduce a la percepción. ¿Generas confianza? ¿Entienden lo que vendes? ¿Muestras accesibilidad? La señalización puede responder de golpe a todas esas preguntas y, una vez el cliente está suficientemente interesado como para entrar en la tienda, guiar al futuro comprador a lo largo del proceso de venta.

Las estadísticas demuestran que un producto promocionado mediante rotulación impresa y con su precio original se vende un 18% más que el mismo producto sin señalización, pero con el precio rebajado. Esto demuestra que el público está dispuesto a gastar más dinero siempre que algún tipo de mensaje visual le muestre la dirección correcta. Sin embargo, el precio no es el único elemento a promocionar. Resaltar los beneficios y cualidades de un producto proporciona al cliente más razones para acabar comprando.
Explicar cómo el cliente podrá utilizar o disfrutar el producto tiene un efecto similar al descrito anteriormente: ayuda a visualizar su uso final y, consecuentemente, a comprarlo.

Por ejemplo, al mostrar en un photocall personalizado o un vinilo adhesivo impreso la imagen de una familia sonriendo sentada alrededor de una hoguera junto a una tienda de campaña perfectamente montada se puede apelar a las emociones y provocar que el cliente compre esa tienda de campaña pensando que compra esa futura escena.
Pero donde la señalización hace magia es con lo subliminal. Una buena rotulación ha de ser capaz de convencer a alguien para comprar un producto que no sabía que quería. Esto es posible teniendo en cuenta elementos de neuromarketing como la psicología del color o la ubicación de la cartelería.
Por lo tanto, en su forma más efectiva, la señalización impresa informa, educa, inspira y atrae a los clientes a interactuar con la marca, y no solo eso, sino que también ayuda a romper las objeciones o dudas del comprador, aumentando así las probabilidades de venta.